Recoge la posibilidad investigativa heredada de los Griegos de hacer elaboraciones y construcciones mentales coherentes y argumentadas sobre un tema global. Aunque los temas tratados por los clásicos griegos se relacionaban con asuntos fundamentales de la existencia humana, hoy se ha apropiado su metodología de trabajo para otros tópicos. Este enfoque se asocia en la clasificación de Habermas con el enfoque histórico-hermeneútico, correspondiente a las ciencias del espíritu. En el enfoque histórico hermenéutico también se incluyen los tipos de investigación surgidos de la teorías del caos, de la complejidad y del análisis de contenidos y la mayéutica, ver ejemplo actual de aplicación para la modelación cerebral del conocimiento.

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En la mayoría de las propuestas de clasificación de perspectivas epistemológicas, aparecen solo las opciones cuantitativa y cualitativa, posiblemente porque las discusiones han girado especialmente buscando caminos diferenciadores de las ciencias naturales, para las ciencias sociales. Aquí, se incluye la opción típicamente teórica y abstracta, como la empleo Habermas para las ciencias del espíritu, con el análisis de textos escritos, que no exige trabajo de campo.

Ello no quiere decir que el investigador desconozca la realidad, por el contrario, hace abstracción de su vivencia para proponer una teoría, que luego podría ser validada desde el enfoque empírico-analítico. En esta perspectiva se incluyen trabajos como los lingüísticos de Chomsky con la estructura básica de toda lengua; los de Einstein con su teoría de la relatividad especial y general; las elaboraciones alrededor de la teoría del caos y la complejidad de Pregoggine, Pask y otros teóricos que aplicaron sus destrezas investigativas a temas de la física, la lingüística, el comportamiento de las bolsas de valores o del tiempo.